Antecedentes de las Gorras Trucker
Inicios
Nacidas en la década de los 60 en EEUU como objeto promocional entre las compañías agrícolas que las regalaban a camioneros, trabajadores y clientes, con la idea de vender su marca por todo el país, rápidamente se convirtieron en un éxito al ser una vía fácil y directa de publicidad.
Teniendo como base la mítica gorra de béisbol y pensando en las muchas horas que camioneros y trabajadores del campo pasarían bajo el sol, modificaron el diseño original incluyendo rejilla en la parte trasera, consiguiendo así que pudiera facilitar la ventilación y disminuir el calor.
Enseguida tuvieron gran aceptación y todos los truckers del país comenzaron a utilizarlas habitualmente en su trabajo, lo que las convirtió en parte fundamental de su característico look de tipos duros.
Con el paso de los años, dejaron de ser exclusivas para camioneros y profesionales, pasando a ser piezas indispensables del merchandising en cualquier empresa, incluidas las multinacionales que vieron en las gorras trucker un filón publicitario con el que llegar a todos los públicos, lo que las convierte en imagen icónica de los años 70 y 80.
Gorras Trucker en la actualidad
El regreso de un mito
Recuperadas en la década de los 90 por la contracultura y el movimiento alternativo como complemento indispensable en su forma de vestir, fueron adoptadas por músicos, artistas callejeros, skaters y surferos haciendo de ellas su seña de identidad durante aquella época.
Ya en la actualidad, las gorras trucker son parte fundamental de la moda urbana en todos los países. Celebridades del cine, música y deporte lucen esta gorra convertida ya en prenda mítica que nunca pasará de moda.
Las nuevas generaciones diseñan innovadores modelos actualizando tejidos, estampados y colores, dejando atrás la clásica gomaespuma de los 60, creando una variedad infinita para elegir el modelo que más encaje con tu personalidad.
Pero hay algo que no ha cambiado desde hace décadas y es el espíritu libre e inconformista de las gorras trucker. Ese espíritu que no entiende de edades, generaciones ni modas y que regala una sensación impagable cada vez que te la pones… rebeldía eterna
